Soplo y soplo al corazón,
esperando secar la herida
antes que la lágrima nazca.
Somos nubes por formar,
bailando la danza de las aves
que no planean regresar.
Síntomas de un dorado viejo,
las miradas dudan si soñar
en los tiempos que vendrán.
Cada ojo despierta a su hora,
a la luz de la sabiduría
o al compás de la paz.
Muy linda!
Muchas gracias Silvia 😉