Pareciera que vago,
sola y desconsolada,
por la vida y por las calles.
Pareciera que respiro
algo que se le parece
al aire, al viento de Lavapiés.
Pareciera que estoy,
entera de piel y huesos,
mientras las huellas me siguen.
Pareciera que vuelo
en las horas sin amparo,
bajo músicas y nubes de cristal.
Y sin embargo
nada de lo que parece es,
ni pasos o viento, ni mi tiempo aquí.