Amas la niña en mí,
abrazo sincero de fácil sonrojo.
Carrusel de juguete
que parar a tu antojo.
Deseas la puta en mí,
locura de la rutina,
baratija hallada en el zoco,
sustancia de miel y prisas.
Anhelas la madre en mí,
virgen indispuesta y melosa,
azote de las olas ciegas,
Venus dormida bajo la higuera frondosa.
Odias lo tuyo en mí,
espejo convexo y dual,
repetición cacofónica de espacios
siempre libres, nunca igual.