Redondas y comprimidas como miga de pan entre mis yemas.
Oscuras y acuosas como tus pupilas al mirarme.
Tiernas y simples como beso al aire.
Livianas como caricia de duermevela.
Profundas como voz quebrada.
Atentas como alarma.
Dichas. Recibidas. Devoradas.
En mí. En ti. En nosotros.
¡Esta es una de las poesías que más me gustan de todas las que has escrito!. Me parece simplemente perfecta. No le encuentro ni un fallo. Creo que es una maravilla.