Alborada

Duerme la aurora acurrucada en mi almohada
Me inunda con sus rayos, me ve desmejorada
Llora lágrimas lentas, suaves, esperando la alborada
La beso, me mojo, un sonrojo en mi tez helada

Sigue mi camino de sueños, toda alborotada
Una niña visionaria, una rayuela atolondrada
¿Y si pudiera llevarla conmigo?
Toda la fe que detesto es la que me sirve de abrigo

Ni el Bien ni el Mal me perdonaron no ser sus amigos
La soledad, la gravedad, son siempre mi destino
Días sin luz, noches encendidas iluminan mi castillo
Allá mis vísceras, mis despojos, cuelgan de tu pico

Damisela de rizos, desciende de la noche cabalgadura
Suelta las riendas de la bestia, los hilos de seda, las ataduras
Asómate al espejo de otros ojos, al abismo de las conjeturas
Solo ahí, sobre un manto de margaritas, serás pura

El beso que el pétalo le roba al rocío, excelsa caricia desnuda
Destroza los parámetros volubles, es alquimia que cura
Un alma, dos almas, un millón de almas, lo que abarca el mundo
En su ir y venir entre galaxias perdidas, en su viaje iracundo

¿A dónde vas, muchacha, con las pupilas siempre en lo profundo?
Tu vida se puede quebrar en el espasmo de un segundo
Así que elige un tono de verde con el que tapizar la sombra del muro
Resguardo de tu lecho mortal, huerto de todos los poemas tuyos

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Zona de seguridad

Fuera de la zona de seguridad
Una torre de Babel de noticias
Nos informan que estábamos en peligro
Y que nos dejamos caer

Las heridas sangran y celebramos en el bar
Que no nos duelen porque son invisibles
Y mientras tanto nos miramos a los ojos
Ese, nuestro búnker anti-crisis

Cuatro, tres, dos, uno
Sigue el camino de flechas
Tú estás aquí, cada día menos persona
Más número divisible, quebrado y dual

Deja que los billetes fluyan
No hay era ni revolución que se les resista
Finánciate las vacaciones en el chalet de papá
En el otro lado ya desapareció el gras

Un obladí-obladá para antes de dormir
El sueño sigue en los altavoces de la disco
Y qué más hacer que sacar brillo a estas cuerdas
Enroscarse en ellas hasta vivir

No se está tan mal en la ciudad
Con ventanas al mar y a lo que pudo ser
Un huerto salvaje en cada patio
Nos devolverá la fe en nuestras manos

Busca fuera, mira dentro
Sigue el camino de flechas
Tú estás aquí, cada día menos persona
Más número divisible, quebrado y dual

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