Hubo un día que parió una mentira.
Y la mentira tejió sus raíces en el cielo.
Puso el mundo a los pies de su vanidad.
Y llegó alto con su visión de hormiga.
Lo más alto posible,
hasta creerse poderosa.
Hubo otro día que una mentira murió.
Y su savia de horas blancas besó el mar.
Al fin
nació una verdad.