Somos tan importantes,
inmensos en nuestra gran piel,
en este gigantesco caparazón.
Qué importantes somos
y qué pequeña nuestra sonrisa.
Somos tan importantes,
inmensos en nuestra gran piel,
en este gigantesco caparazón.
Qué importantes somos
y qué pequeña nuestra sonrisa.
Hermosa y, en ocasiones, muy cierta.
Gracias Silvia 😉
Deberíamos ser más sonrisa y menos vanidad.