Era el árbol más bonito de toda la montaña.
El más inquieto en su reposo.
El más robusto en su debilidad.
El más humilde en su sabiduría.
El más delicioso en su paraíso.
El más libre en sus raíces.
El más antiguo en su inocencia.
El más frondoso en su desnudez.
El más suave en su coraza.
El más alto en su mocedad.
El más brillante en su sombra.
El más huracanado en su respirar.
El más liviano en su ramaje.
El más auténtico en su mentira.
El más anárquico en su ecosistema.
El más ateo en su sacralidad.
El más recto en su declinar.
El más excéntrico en su perfección.
El más hospitalario en su nido.
El más líquido en su corazón.
Etiqueta: inquietud
Un abrazo
Un abrazo tiene el sonido de dos alientos y un compás de huesos.
Un baile inmóvil de células que despiertan.
Del color de unos ojos clavados en la nada.
Un techo movedizo y una cama de carne.
Un abrazo se mueve sibilino y majestuoso buscando su corona.
Se alimenta de esperas e inquietudes vanas.
Duerme desvalido, andrajoso, sediento de piel.
Ciego a las piedras y hoyos del camino.
Un abrazo ni se da ni se recibe, se contempla desde dentro.
Ajeno al amor y al odio, a rencores y amistades.
Endulzado con lágrimas que brotan de sus poros.
Se dispone a morir cumplidas las veinticuatro horas.