Me declaro Eva,
culpable de mi herencia,
poco más que un cliché velado.
En busca del cielo
abro los ojos de noche,
alas heridas en pleno vuelo.
Viaja la poesía
veloz cual enamorado,
a su paso jirones de tierra.
Deseo de amnesia,
historia en blanco de mí.
No más lágrimas sin comandante.