Te veo a lo lejos, tejiendo una imagen de mí.
Estirando y aflojando el hilo de luz de ese ovillo que es cada día que vivimos juntos. Creando una red transparente que une nuestras bocas en un beso infinito.
Me retas a un duelo de despertares.
Haces el día más extenso y la noche te extraña el abrazo.
Eres uno y te quiero porque no podía ser de otra manera. Sigo tu rastro de cometa en el cielo. Te espero en la próxima nube. No hay hilos que te sostengan. No hay cielo que nos soporte.
Me parece un poema maravilloso, redondo y auténtico, no sólo un pensamiento. La diferencia hoy en día entre la poesía y la prosa poética radica sólo en su presentación escrita. Una cosa es como nos lo quiere presentar la autora y otra cosa es como lo ve el lector. Yo, lectora, lo considero un poema simplemente magnífico.