Anestesia global

En estos días revoltosos, juguetones, nos dejamos llevar por la inercia, pero nunca ganamos.
Las trampas están hechas para el que se arriesga a triunfar, no para el justo y ecuánime.
Nos hemos vuelto preciosistas de las imágenes desenfocadas. La claridad nos abruma. Nuestra candidez nos arrulla.
Sabemos dónde está la herida, dónde la sal, dónde el alcohol, dónde la gasa pero, ¿quién dará el primer paso?
No hay cura para la vileza de la ignorancia. Solo dolor y miradas al interior.
Dios nos espera en el fondo del precipicio. ¿Te lanzarás tú el primero?
Esta lucha contra todo es demasiado grande. Rompámonos. Dividámonos. Amemos el dolor hasta anularlo.
Vivamos anestesiados como hasta ahora o despertemos. Muy pronto o muy lejos, pero alertas.

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