Hace ruido.
Y pincha.
Vive su propia vida.
Te mira de reojo
cuando sacas a pasear tu sombra.
Gira loco.
Y baila.
Desnudo y caliente.
Abraza farolas
que le recuerdan al árbol caído.
Vive dentro.
Respira.
Chorrea cera dulce.
Preparado está
a lamer los amores que no uses.