El mundo habló

El mundo me muestra sus dientes,
¿es eso una sonrisa, una mueca
o el inicio de un mordisco?

Le ofrezco mis ojos cansados,
la ofrenda de todo lo que no veré
si me permite continuar mi camino.

El mundo habla, no más ojos,
no hasta que se sequen mis ríos.
Entonces qué, me digo y repito.

Nada de ojos, olvida las manos
y tus pechos, tengo de sobra
de buenas intenciones.

Susurra ahora tranquilo,
quiero tu corazón colmado
de sueños y amores por cumplir.

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