Necesitarás un mapa
para moverte en mi corazón.
Las calles son infinitas
y hay pocas avenidas.
El tráfico es caótico
a cualquier hora del día.
No hay semáforos, pero sí
infinidad de ceda al paso.
Pero si logras superar
el laberinto de hormigón,
encontrarás una loma verde
desde la que respirar.