Voy a pensar en ti
como si aun no existieras,
transparente y puro,
amable e increíble.
Las horas pasarán
y te deslizarás en mis dedos
cual llovizna otoñal,
sagrada y fresca.
Eres mi vida ciega,
el amor que todo traspasa,
un cruce de almas
en la encrucijada.
En la hora dudosa,
volverás a crear en mí el sol,
como brisa que acaricia
la primera brizna.